EE.UU. MUEVE LA DROGA Y SUS CARTELES EN TODO EL GLOBO


 

Document type: Declassified.

 

Importance Document: Very High and sensitive.

 

Por: Inv. Fabríz’zio Txavarría Velázquez

 

La lucha contra el narcotráfico en el mundo parece una guerra de nunca acabar y que corroe naciones y gobiernos en el mundo, pero cada vez nos damos cuenta que se convierte en una herramienta de manipulación de las naciones, administradas y modeladas por los ejes de poder mundial.

 

La mayor parte de la lucha contra las drogas es parte de una estrategia fallida; en lugar de disminuir el narcotráfico, este aumenta cada año, aumentan los consumidores y los países dedicados explícitamente a producirla nunca acaban con la producción o la exportación de la misma. En países como Colombia, Honduras, Perú y México la violencia entre los cárteles causa miles de muertes cada año; perjudican a países vecinos como Chile, Brasil, Venezuela, Bolivia y Paraguay convirtiéndolos en países de tránsito de la misma y en EE. UU. y Europa  el número de adictos a las drogas aumenta en forma desmedida. Además, el lavado de dinero ha dejado una huella de corrupción y fondos de dudosa procedencia por todas partes, involucrando a entidades financieras ,comerciales y políticas.

 

El narcotráfico también se convierte en una forma más de sobrevivencia del modelo capitalista impuesto en las naciones y el esquema global planificado por EE.UU y sus socios, para mantener a los países atados o dependientes de este modelo, donde la corrupción y el dinero fácil parece el común denominador.

 

El investigador europeo Daniel Estulin revela en su programa de investigación Desde La Sombra, los lazos fuertes existentes entre la CIA y el mayor narcotraficante en la historia de EE.UU., que semanas antes de ser asesinado amenazó con delatar a sus superiores, lo capos mayores del Mundo.

 

La muerte del narcotraficante Barry Seal encierra gran parte de la desagradable historia de las operaciones encubiertas estadounidenses en la segunda mitad del siglo XX, afirma Estulin.

 

Seal, principal operador en el tráfico de cocaína en la década de los 80, fue asesinado a balazos en 1986 porque amenazó con delatar a sus superiores. Si Seal hubiera sacado a la luz el secreto mejor guardado –que el Gobierno estadounidense mueve más droga que todos los narcobarones latinoamericanos juntos–, habría provocado la caída del Gobierno de Reagan-Bush, ese mismo día.

 

Aunque fue una figura clave en el narcotráfico, su nombre resulta desconocido por buena parte de los ciudadanos estadounidenses, que creen que los mayores capos de la droga son de países latinoamericanos.

 

Según explica Estulin, este legendario contrabandista de drogas de la CIA era un experimentado piloto y conocía muy bien de las rutas de tráfico, para llevar al éxito el negocio.

 

"Puso en práctica la logística militar y solucionó el problema de la distribución. Esa vía logística que estableció continuó y las drogas volvieron a entrar en el mercado estadounidense de forma oficial como si se tratase de papel higiénico", afirmó el periodista Daniel Hopsicker, autor del libro 'Barry and the Boys', en el programa.

 

Comenzó a tener algunos problemas legales en 1986 con agencias del Gobierno de EE.UU.  aparentemente porque quería manejar el negocio el solo y fue traicionado por la CIA. Fue entonces cuando amenazó con revelar los vínculos del entonces vicepresidente George Herbert Walker Bush con el comercio internacional de drogas y la operación Irán-Contra, en la que el Gobierno de EE.UU. vendió armas al Gobierno iraní y financió el movimiento conocido como 'Contra' en Nicaragua en 1985 y 1986. Dos semanas más tarde, Seal fue asesinado.

 

Los tres colombianos condenados por el crimen trabajaban para el teniente coronel Oliver North, miembro del Consejo de Seguridad Nacional del Gobierno de EE.UU. Además, después del asesinato se descubrió que Seal llevaba en su bolsillo extrañamente el número de teléfono de George Bush padre y varios personas vinculadas al gobierno americano, La DEA (Agencia del Control de Drogas en EE. UU) y  la CIA.

 

Las drogas que importó Seal se distribuyeron por todo el territorio estadounidense, causando una epidemia de 'crack' sin precedentes en la historia del país en la que murieron cientos de miles de jóvenes estadounidenses y que destruyó la vida de millones de personas, pero se obtenían billones de dólares a cambio.

 

La CIA  y la DEA  protegidas por los gobiernos  de la época y sus servicios de inteligencia plantaban la droga en países como Perú, Bolivia y Colombia en zonas restringidas militarmente, para su posterior exportación,  tal es el caso, como ejemplo de Bolivia, de la Operación de Huanchaca en 1986 (Huanchaca una región selvática en Bolivia), en el que no solamente las autoridades conocían de estas operaciones sino incluía a políticos corruptos, convirtiéndose en una caso de Seguridad Nacional para EE.UU, de la región de Huanchaca salían ingentes cantidades de toneladas de droga exportada por narcotraficantes colombianos y americanos por las rutas supervisados por la CIA y la DEA, posteriormente esta droga era vendida en el mercado americano para la obtención de fondos frescos ; un lavado de dinero exitoso y luego  la compra de armas . 

 

La agencia norteamericana de inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) acudía al narcotráfico para llenar sus arcas y realizar estas operaciones clandestinas, según apuntan unos documentos con sello federal estadounidense que fueron desclasificados, y se convirtió en una rutina en los países productores de droga.

 

La historia de las relaciones entre la Agencia Central de Inteligencia estadounidense y el narcotráfico comenzó en los años 70, durante los golpes militares en Latinoamérica apadrinados por EE.UU  y tuvo su punto culminante en los 90. Más de 8.000 documentos del Gobierno federal desclasificados por el Acta de Información Pública revelan los detalles de estos controvertidos vínculos. Informes de la década de los 80 muestran que para contrarrestar la presencia militar soviética en Afganistán, EE. UU. gastó más de 2.000 millones de dólares en el financiamiento inicial de la resistencia afgana a través de los cárteles de drogas, posteriormente gasto 6.000 millones de dólares para crear la red ALQAEDA  también con dinero producto del narcotráfico. Los mismos documentos indican que la CIA también estuvo involucrada con narcotraficantes latinoamericanos.

 

Como explica Michael Ruppert  ex agente federal , en el escenario estadounidense, el dinero de la droga provenía desde el Cono Sur y se convertía en dinero legítimo en Wall Street y sus bancos. En el escenario latinoamericano, este mismo dinero, una vez blanqueado, volvía a la región en forma de fondos frescos para el paramilitarismo".

 

Adicionalmente, la desestabilización de los gobiernos y revoluciones en América Latina no eran los únicos objetivos de la inteligencia estadounidense: también eran víctimas de la CIA los movimientos sociales dentro de EE. UU. La agencia buscaba desacreditar y silenciar a los líderes que luchaban por los derechos civiles con el fin de prevenir transformaciones en el contexto ideológico, la integración racial, la justicia y otros ámbitos, manteniendo el esquema y el armazón construido.

 

El imán Abdul Alim Musa  declara en una entrevista: "El Gobierno quería que nosotros actuáramos como mercenarios en contra de nuestras comunidades. Nos utilizaron como matones para intimidar a los radicales o a todos los que se oponían al Gobierno federal".

 

En su momento, los presidentes Ronald Reagan y George Bush padre promovieron una falsa pantalla con una falsa doctrina de la 'Lucha contra las Drogas', pero según los expertos este criterio ha causado más problemas que soluciones.

 

Por otra parte, los investigadores del tema señalan que hoy en día las sofisticadas operaciones financieras para ocultar las divisas fruto del lavado de dinero son un fenómeno constante. Estos procedimientos se valen de herramientas tecnológicas como internet para enviar fondos de una cuenta entre bancos estadounidenses, europeos o asiáticos a otra entidad financiera, sin los controles estrictos, asegurando de esta forma la impunidad, de esta forma se ven involucrados Bancos  de EEUU, Reino Unido, Italia, Suiza, Medio Oriente y Asia, entidades que ahora fomentan de alguna forma el tráfico de drogas mundial.    

 

La Comisión de Juristas para la publicación de informes sobre el narcotráfico estima que anualmente en EE. UU. se lavan más de 100.000 millones de dólares procedentes de las drogas. La documentación también sugiere que una buena parte de la élite económica, tanto en Latinoamérica como del Complejo Militar Industrial y Financiero en Estados Unidos, continúa beneficiándose del negocio de las drogas.

 

El 2011, Vicente Zambada, del cartel de Sinaloa, se estrelló con cuatro toneladas de cocaína, en un Jet de la CIA y declaró en un juicio ante la Corte de Illinois, que estaba trabajando con el gobierno de Estados Unidos que le permitía exportar cocaína en operaciones encubiertas con el FBI, Homeland Security (Seguridad Interior) y la DEA.

 

El periodista ganador del Pulitzer, Gary Webb, en su reportaje de investigación “Dark Alliance”, para el diario San Jose Mercury News, vinculó a la CIA, la DEA y a la banca internacional con el contrabando y lavado de dinero y como estas agencias administran el mercado de las drogas

 

 

 

 

Ref.-

 

( LA ALIANZA OBSCURA DE LA DEA )

 

http://cenic.jimdo.com/operaciones-militares/operaciones-de-la-dea/